miércoles, 9 de mayo de 2012

En Memoria del Personal Caído un 9 de Mayo de 1982


La Fuerza Aérea desea recordar a los integrantes de esta Institución que en aquella oportunidad se inmortalizaron en nuestra memoria al ofrendar su vida en el pleno cumplimiento de su deber e incluso yendo más allá del mismo.

A continuación los defensores alados de la Patria que presentaron ardua batalla y vieron extinguir sus vidas en nuestras Islas Malvinas:

·        1º Teniente (p.m.) Jorge Eduardo Casco:

Fecha de Nacimiento: 02 de Marzo de 1955
Lugar de Nacimiento: Saenz Peña – Pcia. de Chaco
Destino: IV Brigada Aérea (Mendoza)

                                                          
·        1º Teniente (p.m.) Jorge Ricardo Farías:

Fecha de Nacimiento: 23 de Abril de 1957
Lugar de Nacimiento: Córdoba
Destino: IV Brigada Aérea (Mendoza)


                                              
Última Misión de ambos: Ataque a buques situados a unos 70 kilómetros con dirección noroeste de Puerto Argentino con el objetivo de evitar un posible bombardeo naval por parte de la flota británica sobre diferentes objetivos estratégicos.

         Luego del traspié sufrido por la flota británica el 01 de mayo, el Almirante Woodward decidió poner en práctica una nueva táctica aprovechando las malas condiciones meteorológicas que según sus deducciones imposibilitarían el accionar aéreo de su enemigo. El objetivo: doblegar a las fuerzas argentinas. 

 El plan consistía en ubicar varios buques al noroeste y sudoeste de Puerto Argentino con el propósito de hostigar mediante bombardeo naval, puntos estratégicos de las islas.

        Inmediatamente la Fuerza Aérea Sur dispuso el despliegue de un importante número de aeronaves de exploración. Las mismas lograron ubicar la posición de varias naves inglesas en las inmediaciones de las islas.
            
Una vez confirmados los objetivos, se dispuso el ataque a los mismos. A tal efecto, despegó de San Julián a las 13:00 horas, bajo el indicativo “Trueno”, una escuadrilla compuesta por cuatro aviones A-4C. Durante la marcha, debieron regresar al continente las aeronaves 1 y 4, las dos restantes, tripuladas por el Teniente Casco y el Teniente Farías,  continuaron la misión.

Volando a unos quince metros sobre las olas y con una decisión inquebrantable, ambos oficiales se entregaron a una búsqueda de suma complejidad debido a la pésima meteorología imperante en la región que se caracterizaba por intensas lloviznas y espesas nieblas que reducían la visión a cero. Pese a tal adversidad decidieron continuar con la misión en un gran acto de valor y responsabilidad arriesgando sus vidas en un noble intento por defender los intereses de la Patria.

Desafortunadamente, cuando estaban próximos a encontrarse con el enemigo sus aviones que venían sobrevolando a muy baja altura se vieron sorprendidos por las irregularidades del terreno que presentaban las Islas Sebaldes, próximas a la Isla Gran Malvina, encontrando, de esta manera, el camino hacia la inmortalidad y dejando una huella en nuestra memoria que jamás será borrada.


Fuente: Prensa - Fuerza Aérea Argentina.

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