CULTURA AEREA: Reconocimiento a Suboficiales Mayores y Principales Retirados

El pasado viernes 5 de noviembre en la Plaza de Armas “General Belgrano” de la Escuela de Suboficiales, Guarnición Aérea Córdoba (GAC), se llevo a cabo la "Ceremonia de Despedida de Suboficiales Mayores y Principales que pasaron a situación de retiro durante los años 2007/ 2008/2009".

El acto tuvo una particular emotividad, ya que la Fuerza Aérea Argentina a través del Jefe GAC y Director de la Escuela de Aviación Militar Brigadier D. Luís María Cismondi, acompañado por Personal Militar Superior, hicieron entrega de diplomas y copas al personal militar subalterno agasajado, dedicándoles a través de los presentes, sentimientos de agradecimientos por los años de servicio, vocación, destinos cumplidos, y muchas veces trabajos en común.(Imagen debajo - izq a der; Brigadier Luis María Cismondi presentación, Director de la Escuela de Suboficiales)

El Señor Suboficial Mayor. Alfonso Regalado, hizo uso de la palabra en representación de todos los oficiales y suboficiales, a sus camaradas y amigos del alma que dejaron el servicio activo, de esta manera:

Hoy esta plaza de armas que en tantas ocasiones nos convocó para innumerables e importantes acontecimientos, se llena de gala para rendirles un merecido reconocimiento por todos los años en que vistieron con orgullo y pasión el uniforme de nuestra amada Fuerza Aérea.

Me quiero detener un instante y dirigirme a quienes conforman la razón de ser de los institutos de formación ,“los aspirantes”, tanto a aquellos que egresan de esta querida y entrañable Escuela, como a los que lo hacen del “Instituto de Formación Ezeiza”. Ambos semilleros, que año tras año van entregando a la Fuerza, los futuros suboficiales que transitaran por los mismos caminos que recorrieron estos hombres que hoy peinan canas y por lo cual le rendimos su merecido homenaje.

No olviden Aspirantes que ellos también al igual que ustedes vinieron de diferentes lugares siguiendo al llamado de la vocación, ellos, como vosotros, llegaron con una mochila cargada de inquietudes, expectativas, anhelos, sueños e ilusiones, vistieron el mismo uniforme que hoy ustedes, lucen con hidalguía, se comprometieron con la Patria y juraron fidelidad, a nuestra bendita bandera hasta perder la vida.

Cuando pensamos que terminamos de moldearnos al servicio de nuestra Fuerza Aérea, llega el primer destino, y las ansias de descubrir un mundo profesional nuevo y abierto a las exigencias de las complicadas tecnologías aeronáuticas.

Es aquí donde uno toma conciencia de las responsabilidades que conlleva nuestra profesión de las armas, del compromiso que se adquiere con la Patria y con nuestros conciudadanos, y de la necesidad de superarnos permanentemente en este difícil arte de “querer la paz preparándonos para la guerra”.

Queridos camaradas se que en su derrotero por la vida, muchos de los que comenzaron no están, ya que un evento especial, una prueba nos marcó a fuego sellando nuestros destinos. Malvinas dejó esa marca en el crisol de la Patria, y en él, quedaron para siempre compañeros y amigos que ofrendaron sus vidas en ese suelo tan querido para la honra y el orgullo de nuestra nación. A ellos el total respeto y gratitud en este homenaje.

Y para finalizar queridos compañeros aeronáuticos, de ahora en más les espera el hermoso y cotidiano trajinar con los nietos, los cuales nos imponen una nueva misión, “malcriarlos”, pero malcriarlos en ese bellísimo amor de abuelos, que no es otra cosa que la vuelta de la vida al seno familiar, a las tradiciones, en fin a nuestras raíces.